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Bienvenidos

a la galeria de Gustavo Alfonso Castro Martínez

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Cel: 22 82 15 63 80 © Sueños de Papel México | Todos los Derechos Reservados

Ahora adulto, los sueños no lo abandonan nunca, por el contrario suben a su cabeza como fiebres de paludismo, que lo despiertan a cualquier hora de la madrugada y lo levantan para concretar la imagen que aún no se pierde en su memoria, para que al asomarse el sol, haya surgido una pieza hermosa, a veces de una cuantos centímetros de altura, a veces de gran formato. En unas semanas conviven las piezas de una mariposa, calacas alegres y solemnes, búhos o unicornios.

En la galeria también encontramos la obra completa de María de Lourdes Calderón Méndez, ahora discípula y colaboradora de Gustavo Alfonso, que presenta sus obras de manufactura propia de las cuáles destacan las pequeñas calaveritas festivas tan apreciadas por el ingenio y su belleza. Lourdes ha obtenido premios por sus obras, gracias a que también ha encontrado su forma personal de interpretar el arte del papel maché.

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Entre la brumosa neblina que trae frio al cuerpo y se reconforta con una deliciosa y humeante tasa de aromático café, se halla el Taller Creativo, Sueños de Papel fundado hace 15 años por su propietario el conocido artista plástico Lic. Gustavo Alfonso Castro Martínez, muchas veces galardonado en exposiciones y ferias nacionales e internacionales. Hijo adoptivo de Coatepec, nació en la ciudad de Delicias Chihuahua el 16 de noviembre de 1957, municipio que para entonces no llegaba a tener ni 30 años de fundación. El paisaje de continuidad plana de su tierra natal que da fortaleza de espíritu, y gran porfía, contrastará con lo que vivirá a los 5 años al llegar a Coatepec, un municipio de varios cientos de años de antigüedad. Su espíritu se verá “encerrado” entre paredes verdes, salpicadas por flores por doquier, entre leyendas y tradiciones, convivirá con gente más lírica, y con otro ritmo de vida, y el niño adaptará a su sentir todo aquello que le es extraño, y el benéfico embrujo de las nubes también lo pone a soñar, a imaginar, de momento toda la realidad es una fábula que lo obliga a inventar.

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